Cuando se ama no se necesitan las palabras. Son las miradas las que hablan, las caricias de las manos y el aliento al respirar. Se agita la respiración y los latidos del corazón, se despiertan los sentidos y los deseos de amar. Nos entregamos y nos dejamos llevar a un momento mágico. El cuerpo y el alma se inundan de felicidad y deseamos que este sentimiento dure por la eternidad.
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ME DEJÉ LLEVAR
(Arjona Delia)
Sentí tus manos ardientes,
tu deseo vehemente,
y tu aliento al respirar.
Se agitaban tus latidos
despertando mis sentidos
¡y mis deseos de amar!
Te aferraste a mi cintura,
con miradas sin censura
navegaste por mi mar.
Bebiste toda mi esencia,
sin ofrecer resistencia
¡sólo me deje llevar!
¡Nos quedamos sin aliento!
Hicimos un juramento:
¡Amar por la eternidad!
Hubo un cruce de miradas,
y aunque no dijiste nada,
¡yo sentí felicidad!
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser" de Arjona Delia
Todos los derechos reservados.
Copyright ©05/02/2018 by Arjona Delia
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